El espía de Betances
Hiram Lozada Pérez
Isla Negra Editores, 186 págs., 2021 (Recensión de Alberto Medina Carrero)
El laureado poeta y prosista Hiram Lozada Pérez ha añadido a su ya prolífica y exitosa producción literaria un título que también le ha valido el reconocimiento de este Colegio en la categoría narrativa de la obra jurídica del año y del PEN Club en la de novela. Tal coincidencia de criterio no es pura casualidad, sino responde a la calidad de la obra.
Lozada Pérez es un narrador ingenioso, con un estilo directo y sencillo, que no abruma al lector con descripciones interminables ni rebuscamientos confusos en el decir. Dice lo justo e invita a la complicidad del lector para suplir lo que en otros autores abunda. No faltan, por supuesto, las pinceladas poéticas que enriquecen su lenguaje narrativo. La novela es modelo de economía expresiva, sin sacrificar la integridad de los elementos definitorios del género, acierto nada fácil de lograr generalmente.
Culto y conocedor de la Historia, el autor torna su mirada a la figura cimera de la lucha libertaria puertorriqueña del siglo XIX, Ramón Emeterio Betances, y su época, pero en este caso lo hace desde la perspectiva de dos lugares y dos tiempos: la España de la posguerra civil del siglo XX y el Puerto Rico del último tercio del siglo XIX. Con esos dos hilos narrativos de fondo histórico, Lozada Pérez teje una historia argumentalmente interesante y a la vez informadora de nuestro pasado.
Es una historia que se cuenta un tanto indirectamente, a través de personajes secundarios con una historia propia. En esta novela hay, pues, Historia e historia personal. También, como en otras de las novelas del autor, hay un proceso judicial. Así lo pide la trama y el hecho de que Lozada, como sabemos, es un abogado con muchos años de ejercicio profesional.
En cierta forma, en El espía de Betances, espiamos algo de la vida íntima del prócer y de su gesta libertaria; de su pasión por un Puerto Rico libre y su pasión de hombre por el amor de una mujer (o dos). También nos asomamos a la vida de una pareja española en el incierto pero ominoso comienzo del régimen franquista lleno del miedo y la zozobra que lo caracterizaría durante cuarenta años. El mismo miedo y angustia que se vivió en la colonia caribeña contra la cual luchó denodadamente el doctor Betances. Lucha que le valió la persecución de la cual fue objeto toda su vida, obligándolo al destierro en Francia, principalmente.
Dos épocas, pero una misma inclinación hacia, en un caso, el autoritarismo monárquico decimonónico y el fascismo del siglo XX, Ese que vive del despojo con sello oficial, la intolerancia al pensamiento libre, la sospecha de todo y de todos, el acoso y la eliminación como «solución final». La trama urdida por Lozada Pérez se nutre de todos estos elementos, que la subyacen con sutileza, sin dejar que se pierda el foco de la atención narrativa principal.
El autor ha sabido seleccionar lo esencial para contar lo que interesa, descansando en la fuerza semántica del lenguaje que emplea con singular maestría. Escribe de forma inteligente para lectores que lo son; sin condescendencias. Eso merece los premios recibidos y la más amplia lectoría de esta y el resto de su obra narrativa y poética.