Para transformar la percepción del peritaje en casos de negligencia médico-hospitalaria: Una receta para mejorarla
José F. Velázquez
Las relaciones entre el profesional de la medicina con su paciente y el de la abogacía con su cliente se basan en la confianza y la responsabilidad, que a su vez se nutren de un compromiso fundamental que nace de la relación, pero que tiene que ver con la formación de cada profesional. En el caso del médico, primordialmente, con la atención segura y efectiva del paciente. En la del abogado, con una atención diligente y ética en el caso que le encomienda el cliente. Se ha escrito mucho sobre la relación entre abogado y cliente. En este escrito, pretendemos abordar el tema médico, en el contexto de un evento negligente, que ocasione daños al paciente, o sea, la impericia médico-hospitalaria y su peritaje.
Cuando ocurren eventos adversos, como en casos de negligencia médica, surge una tensión innegable entre los imperativos éticos y profesionales, tanto de médicos como de abogados enfocados en esta práctica. Hay múltiples desafíos legales, prácticos y de aprendizaje para el abogado, y otros porque está de por medio la reputación de médicos y hospitales. Aparte de la problemática de encontrar peritaje médico en Puerto Rico, que obliga muchas veces a la contratación de peritos dudosamente calificados, uno de estos desafíos es la percepción negativa entre sus pares, de los peritos médicos que apoyan las reclamaciones de las víctimas de impericia médico-hospitalaria. Esta percepción desalienta, en muchas ocasiones, su disponibilidad. No soy ingenuo, pero en este escrito presumo la imparcialidad de todos los jueces que han visto, ven o verán en sus foros este tipo de casos, por lo que también presumo que se acercan a cada caso en un ánimo «no prevenido».
Cualquier percepción negativa, incluida la del juzgador, juez o jurado en casos federales, que carezca de ese ánimo «no prevenido», puede socavar la calidad de la justicia que se imparta en tales casos. A la misma vez, compromete la integridad de la práctica médica. En muchas ocasiones, un caso meritorio se puede «perder» contaminado por esta percepción. Este escrito discute estrategias potenciales para cambiar esta percepción y promover la importancia de la responsabilidad profesional que supone estar disponible para el análisis de un potencial caso de impericia médico-hospitalaria, desde ambos puntos de vista: reclamantes y reclamados.
Primero, es importante desarrollar y promover seminarios y charlas educativas destinadas a médicos y estudiantes de medicina. La educación es una herramienta poderosa para el cambio y la concienciación. Estos seminarios pueden explicar el papel de los peritos en el sistema de justicia y cómo su trabajo ayuda a garantizar que se rinda cuentas por la negligencia médica, en caso de que la haya. Podría discutirse también cómo los casos de negligencia médica se han relacionado y se relacionan con la calidad de la atención al paciente y con aspectos que mejoran continuamente la práctica médica. Organizar estos eventos en universidades, hospitales y asociaciones o sociedades médicas puede garantizar una mayor cobertura y participación.
En segundo lugar, es fundamental fomentar una mayor comprensión de la responsabilidad profesional inherente a todo profesional de la salud. En el caso de los médicos, éstos deben entender que la negligencia médica no es simplemente un error, sino una violación de la confianza que le brindó su paciente y su reconocimiento una oportunidad para mejorar la calidad de sus servicios profesionales. Con una mayor discusión de la responsabilidad profesional se puede reforzar la comprensión de que la identificación y corrección de los errores médicos es un elemento crucial para mejorar los estándares de cuidado y minimizar estos errores en el futuro.
La comunicación y la difusión son el tercer pilar de esta estrategia. La publicación de artículos en revistas médicas y jurídicas – como ésta – puede ayudar a comprender el contexto y la importancia de los peritos en la justicia y la práctica médica. Los medios de comunicación también pueden ser herramientas eficaces para comunicar esta información a un público más amplio, y ayudar a cambiar la narrativa y la percepción en torno al peritaje médico en casos de negligencia.
El apoyo institucional es un cuarto componente esencial. Las organizaciones en torno al tema de la salud, como el colegio y la asociación y sociedades de médicos, pueden tener un papel crucial en el respaldo a los médicos que actúan como peritos. Al reconocer la importancia de su trabajo y protegerlos de la estigmatización y la represalia, estas organizaciones pueden ayudar a fomentar un ambiente más acogedor y seguro, en los cuales los peritos sientan que desempeñan un rol importante, tanto dentro de la práctica médica como al impartirse la justicia en estos casos.
El quinto punto puede ser el desarrollo de una red de peritos en distintas materias médicas en Puerto Rico dispuestos a actuar como peritos en los tribunales. Esto debe contar con el apoyo resuelto del Colegio de Médicos, de la Asociación y de las escuelas de medicina. Esta red puede proporcionar una sensación de apoyo para los médicos que están considerando esta opción, además de ofrecer oportunidades de mentoría y formación de la dinámica procesal del peritaje.
La transparencia y la comunicación, como sexto punto, también son vitales. Los médicos, los pacientes y el público en general deben tener acceso a información sobre casos de negligencia médica y las formas de prevenirla. Esto no solo puede ayudar a prevenir futuros casos de negligencia, sino también a disminuir la estigmatización de los peritos y a aumentar la confianza en el sistema de justicia. En esto los medios de comunicación pública son de extrema importancia, no como relatores anecdóticos, sino como difusores de una realidad diaria de muchos pacientes y sus familiares.
Por último, la ética médica debe ser un componente fundamental de la formación de los médicos. A lo largo de su educación y formación, los médicos deben aprender sobre la importancia de la responsabilidad profesional y cómo el sistema de justicia interactúa con la práctica médica. Deberían entender el papel de los peritos en el sistema de justicia y cómo su trabajo puede ayudar a mejorar la atención al paciente y a prevenir la negligencia. Soy consciente de que en las escuelas de medicina de nuestro país se toca el tema de la ética y de los cánones que «exigen» peritar casos de negligencia, para mejorar la práctica profesional y el cuidado al paciente. Sin embargo, ello se hace muy superficialmente, en mi opinión.
En resumen, transformar la percepción de los pares y de algunos jueces de nuestro país sobre los médicos que sirven de peritos, particularmente en apoyo de las reclamaciones de los pacientes, requiere un enfoque multifacético. Como establecimos, este enfoque debe incorporar la educación, la promoción, el apoyo institucional, el desarrollo de redes de peritos, la transparencia y la comunicación, además de una sólida y completa formación en el tema de la ética médica. Al comprometerse con este enfoque, podemos trabajar hacia un sistema de justicia más equitativo, promover la responsabilidad profesional médico-hospitalaria y asegurar una mejor atención para todos los pacientes.
Para los que carezcan de «oídos sordos», y puedan estar interesados en el tema, a continuación, fuentes que pueden ser consultadas.
Gallagher, T. H., Studdert, D., & Levinson, W. (2007). Disclosing Harmful Medical Errors to Patients. New England Journal of Medicine, 356(26), 2713-2719. [Este artículo discute la importancia de la transparencia y la divulgación de errores médicos.
Pellegrino, E. D., & Thomasma, D. C. (1993). The virtues in medical practice. Oxford University Press, USA. [Este libro examina las virtudes y la ética en la práctica médica, que pueden ser relevantes para la formación y educación médica.
Studdert, D. M., Mello, M. M., Sage, W. M., DesRoches, C. M., Peugh, J., Zapert, K., & Brennan, T. A. (2005). Defensive medicine among high-risk specialist physicians in a volatile malpractice environment. JAMA, 293(21), 2609-2617. [Este artículo analiza la práctica defensiva y el entorno de negligencia médica.
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Charles, S. C., Pyskoty, C. E., & Nelson, A. (1988). Physicians on trial—Self-reported reactions to malpractice trials. Western Journal of Medicine, 148(3), 358. [Este estudio aborda la experiencia de los médicos con los juicios por negligencia médica.
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