APUNTES DE MI EXPERIENCIA EN LA ENSEÑANZA DEL DERECHO CIVIL
Dra. Ana Cristina Gómez Pérez[1]
Resumen. Los métodos de enseñanza tradicional del Derecho se fundan en el estudio de casos, el análisis de leyes y el razonamiento de la norma. La pandemia del COVID-19 trajo al salón de clase la integración de las nuevas tecnologías y soluciones que hacen de la experiencia de estudio del Derecho en una más personalizada y participativa.
Introducción
La enseñanza del Derecho se fundamenta en que profesionales en leyes trasmitan sus conocimientos sobre el oficio a los estudiantes. En Puerto Rico, no se le requiere a un profesor de Derecho que domine áreas como la docencia, el aprendizaje de adultos, ni el diseño de mecanismos de evaluación, entre otros. La aproximación tradicional a la enseñanza del Derecho, particularmente el civil, sigue un modelo rígido y tradicional de la discusión de la Ley y los casos sin integrar otras herramientas educativas que garanticen la aplicación práctica de los conceptos jurídicos. Ante una sociedad cambiante, es preciso reformular la educación jurídica para que se adapte a las necesidades del estudiante que requiere del desarrollo de destrezas prácticas de los conocimientos teóricos.
Experiencia en la docencia
Hace unos años empecé mi carrera como profesora de la Universidad de Puerto Rico. Sin previa formación ni experiencia en el ámbito de educación, me enfrenté a un salón de clases ofreciendo los cursos de Derecho de Familia, Derecho Registral Inmobiliario, Derecho de Sucesiones por razón de muerte y Fideicomisos. A lo largo de los años, identifiqué que en aras de cumplir con mi misión de docente tenía que estudiar conceptos básicos de educación y aprendizaje en adultos para adaptar mis métodos de enseñanza a una generación con unas características distintas a la mía.
Los primeros años de docencia repliqué los modelos de mis maestros de Derecho, con discusiones en clase sobre la ley y la jurisprudencia y una sola evaluación al final del curso. Pronto entendí las injusticias que planteaba dicho sistema que no medía eficientemente lo aprendido durante el curso ni las competencias adquiridas por los estudiantes. Empecé por revisar mi método de evaluación y para ello fue clave el libro de la Evaluación del Aprendizaje Estudiantil de las profesoras Ada L. Verdejo-Carrión y María del R. Medina-Diaz del 2007. El texto me orientó sobre la medición, el assessment y la evaluación en el ámbito de la educación en aras de desarrollar un proceso integrado del proceso enseñanza-aprendizaje.
Más adelante estudié e incorporé las normas de educación humanista al proceso de enseñanza, que requiere del docente los siguientes rasgos: “[(1) e]star interesado en los alumnos. [(2)] Estar abierto ante nuevas formas de enseñanza. [(3)] Fomentar el espíritu colectivo de los alumnos. [(4)] Ser auténtico y genuino ante sus alumnos. [(5)] Comprender a los alumnos. [(6)] Rechazar las posturas autoritarias y egocéntricas. [(7)] Poner a disposición de los alumnos sus conocimientos y experiencia. [(8)] Crear un clima de confianza en el aula.” [2]
En ese marco, en el método de enseñanza se desarrollé métodos didácticos que permiten la participación del estudiante en la solución de problemas reales. Así en el curso de Derecho Registral Inmobiliario, incorporé como parte de los mecanismos de evaluación realizar estudios de título compresivos para organizaciones sin fines de lucro, en ánimo de brindarles un apoyo legal que les permita determinar la situación jurídica de bienes inmuebles. Durante mis años de docencia, mis estudiantes han realizado más de 500 estudios de título para la Universidad de Puerto Rico, el Fideicomiso del Caño Martín Peña y el Fideicomiso de Agricultura, entre otros. Estos estudios de título no solo hacen un análisis jurídico de la situación registral, sino que además evalúan otras fuentes de información sobre bienes inmuebles gubernamentales como son el CRIM o la Oficina de Gerencia de Permisos. En algunas ocasiones, fue necesario que los estudiantes hicieran una investigación histórica extraregistral de los predios –como fue el estudio de las propiedades del Recinto de Río Piedras– para lo cual se buscaron los planos históricos y se consultó con el Profesor e historiador Marcial Ocasio-Meléndez, autor del libro Río Piedras: Ciudad Universitaria: notas para su historia. Esta actividad tiene un gran valor educativo, pues permite que los estudiantes tengan que enfrentarse a un problema real y al mismo tiempo aportar sus conocimientos a organizaciones que necesitan de sus destrezas jurídicas.
Asimismo, en el curso de Derecho de Sucesiones incorporé actividades prácticas que permitiesen entender los conceptos teóricos. Una de ellas es la redacción del testamento de los propios estudiantes, un ejercicio que requiere ubicarse en la perspectiva del testador y entender los retos emocionales y conceptuales de la redacción de un documento jurídico de esa envergadura. Luego, dichos testamentos se discuten en el salón de clase en ánimo de que se identifique la claridad de las disposiciones y las particulares normas de interpretación que rigen a ese documento legal.
En el año 2020 nos enfrentamos a la pandemia y con ello un giro de 180 grados en la enseñanza. Ante el cierre del tradicional salón de clase, me embarqué en la tarea de educarme en el nuevo ámbito de la enseñanza certificándome en construcciones de ambientes virtuales con cuarenta y dos horas contacto del Centro para la Excelencia Académica del Recinto de Río Piedras. Este curso abarca todo lo concerniente a la educación en línea desde los métodos de creación de un curso, el diseño instruccional de ambientes virtuales, los aspectos legales, la producción de objetos de aprendizaje, la evaluación en línea y la regulación federal sobre accesibilidad. El resultado es que mis cursos se movieron a la plataforma de Moodle y se organizan por módulos semanales que contienen los materiales que serán discutidos, vídeos de contenido, pruebas diagnósticas, foros de discusión y ejercicios prácticos. A las actividades prácticas previamente utilizadas se le sumaron presentaciones de los estudiantes por vídeo y la evaluación por etapas de pares dichas presentaciones. Los materiales se revisan cada semestre para incorporar la jurisprudencia y leyes recientes.[3]
Todos mis cursos pasaron por un proceso de revisión de especialistas en educación de la Universidad para ser certificados como cursos en línea. Dichos expertos evaluaron el cumplimiento de las normas de calidad para la enseñanza en línea y en ese proceso entendí la importancia de las reglas de accesibilidad para personas con impedimentos y de servirse de la tecnología para crear una experiencia más individual y directa con los estudiantes. Además, al final del semestre los estudiantes evalúan anónimamente el curso y sus recomendaciones son incorporadas para el siguiente semestre.
De este modo la tecnología me ha permitido practicar la educación humanista más consciente de las necesidades particulares de los estudiantes y sus procesos de aprendizaje. Los resultados han sido que luego de adoptar este modelo aumentaron en un 300% las citas individuales; aumentó en 80% la participación en el curso; mejoró el desempeño en un 25% en las pruebas finales; se redujo el porcentaje de bajas y pude atender los problemas de aprendizaje de una forma más efectiva y a tiempo.
[1] Catedrática de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Juris Doctor de la Universidad de Puerto Rico, Maestría en Derecho Privado de la Universidad Carlos III de Madrid, Doctorado en Derecho Privado de la Universidad Complutense de Madrid y estudios postdoctorales sobre Derecho Registral Inmobiliario CADRI, Universidad Autónoma de Madrid. Certificación Profesional de Educador en Línea y Creación de Cursos Virtuales para docentes de la UPR-RP de la DECEP y Certificado en Construcción de Ambientes Virtuales de Aprendizaje del Centro de Excelencia Académica del Recinto de Río Piedras, UPR.
[2] Francisco Espinoza Silva, Métodos y estrategias para la enseñanza-aprendizaje del derecho 43 (Daena: International Journal of Good Conscience, 4(1): 31-74, marzo 2009). ISSN 1870-557X. Disponible en línea:
http://www.spentamexico.org/v4-n1/4(1)%2031-74.pdf. Última visita 29 de mayo de 2022.
[3] Una breve descripción de la metodología se puede acceder en el siguiente enlace: https://youtu.be/XNokG1idE5I.
APUNTES DE MI EXPERIENCIA EN LA ENSEÑANZA DEL DERECHO CIVIL
Dra. Ana Cristina Gómez Pérez[1]
Resumen. Los métodos de enseñanza tradicional del Derecho se fundan en el estudio de casos, el análisis de leyes y el razonamiento de la norma. La pandemia del COVID-19 trajo al salón de clase la integración de las nuevas tecnologías y soluciones que hacen de la experiencia de estudio del Derecho en una más personalizada y participativa.
Introducción
La enseñanza del Derecho se fundamenta en que profesionales en leyes trasmitan sus conocimientos sobre el oficio a los estudiantes. En Puerto Rico, no se le requiere a un profesor de Derecho que domine áreas como la docencia, el aprendizaje de adultos, ni el diseño de mecanismos de evaluación, entre otros. La aproximación tradicional a la enseñanza del Derecho, particularmente el civil, sigue un modelo rígido y tradicional de la discusión de la Ley y los casos sin integrar otras herramientas educativas que garanticen la aplicación práctica de los conceptos jurídicos. Ante una sociedad cambiante, es preciso reformular la educación jurídica para que se adapte a las necesidades del estudiante que requiere del desarrollo de destrezas prácticas de los conocimientos teóricos.
Experiencia en la docencia
Hace unos años empecé mi carrera como profesora de la Universidad de Puerto Rico. Sin previa formación ni experiencia en el ámbito de educación, me enfrenté a un salón de clases ofreciendo los cursos de Derecho de Familia, Derecho Registral Inmobiliario, Derecho de Sucesiones por razón de muerte y Fideicomisos. A lo largo de los años, identifiqué que en aras de cumplir con mi misión de docente tenía que estudiar conceptos básicos de educación y aprendizaje en adultos para adaptar mis métodos de enseñanza a una generación con unas características distintas a la mía.
Los primeros años de docencia repliqué los modelos de mis maestros de Derecho, con discusiones en clase sobre la ley y la jurisprudencia y una sola evaluación al final del curso. Pronto entendí las injusticias que planteaba dicho sistema que no medía eficientemente lo aprendido durante el curso ni las competencias adquiridas por los estudiantes. Empecé por revisar mi método de evaluación y para ello fue clave el libro de la Evaluación del Aprendizaje Estudiantil de las profesoras Ada L. Verdejo-Carrión y María del R. Medina-Diaz del 2007. El texto me orientó sobre la medición, el assessment y la evaluación en el ámbito de la educación en aras de desarrollar un proceso integrado del proceso enseñanza-aprendizaje.
Más adelante estudié e incorporé las normas de educación humanista al proceso de enseñanza, que requiere del docente los siguientes rasgos: “[(1) e]star interesado en los alumnos. [(2)] Estar abierto ante nuevas formas de enseñanza. [(3)] Fomentar el espíritu colectivo de los alumnos. [(4)] Ser auténtico y genuino ante sus alumnos. [(5)] Comprender a los alumnos. [(6)] Rechazar las posturas autoritarias y egocéntricas. [(7)] Poner a disposición de los alumnos sus conocimientos y experiencia. [(8)] Crear un clima de confianza en el aula.” [2]
En ese marco, en el método de enseñanza se desarrollé métodos didácticos que permiten la participación del estudiante en la solución de problemas reales. Así en el curso de Derecho Registral Inmobiliario, incorporé como parte de los mecanismos de evaluación realizar estudios de título compresivos para organizaciones sin fines de lucro, en ánimo de brindarles un apoyo legal que les permita determinar la situación jurídica de bienes inmuebles. Durante mis años de docencia, mis estudiantes han realizado más de 500 estudios de título para la Universidad de Puerto Rico, el Fideicomiso del Caño Martín Peña y el Fideicomiso de Agricultura, entre otros. Estos estudios de título no solo hacen un análisis jurídico de la situación registral, sino que además evalúan otras fuentes de información sobre bienes inmuebles gubernamentales como son el CRIM o la Oficina de Gerencia de Permisos. En algunas ocasiones, fue necesario que los estudiantes hicieran una investigación histórica extraregistral de los predios –como fue el estudio de las propiedades del Recinto de Río Piedras– para lo cual se buscaron los planos históricos y se consultó con el Profesor e historiador Marcial Ocasio-Meléndez, autor del libro Río Piedras: Ciudad Universitaria: notas para su historia. Esta actividad tiene un gran valor educativo, pues permite que los estudiantes tengan que enfrentarse a un problema real y al mismo tiempo aportar sus conocimientos a organizaciones que necesitan de sus destrezas jurídicas.
Asimismo, en el curso de Derecho de Sucesiones incorporé actividades prácticas que permitiesen entender los conceptos teóricos. Una de ellas es la redacción del testamento de los propios estudiantes, un ejercicio que requiere ubicarse en la perspectiva del testador y entender los retos emocionales y conceptuales de la redacción de un documento jurídico de esa envergadura. Luego, dichos testamentos se discuten en el salón de clase en ánimo de que se identifique la claridad de las disposiciones y las particulares normas de interpretación que rigen a ese documento legal.
En el año 2020 nos enfrentamos a la pandemia y con ello un giro de 180 grados en la enseñanza. Ante el cierre del tradicional salón de clase, me embarqué en la tarea de educarme en el nuevo ámbito de la enseñanza certificándome en construcciones de ambientes virtuales con cuarenta y dos horas contacto del Centro para la Excelencia Académica del Recinto de Río Piedras. Este curso abarca todo lo concerniente a la educación en línea desde los métodos de creación de un curso, el diseño instruccional de ambientes virtuales, los aspectos legales, la producción de objetos de aprendizaje, la evaluación en línea y la regulación federal sobre accesibilidad. El resultado es que mis cursos se movieron a la plataforma de Moodle y se organizan por módulos semanales que contienen los materiales que serán discutidos, vídeos de contenido, pruebas diagnósticas, foros de discusión y ejercicios prácticos. A las actividades prácticas previamente utilizadas se le sumaron presentaciones de los estudiantes por vídeo y la evaluación por etapas de pares dichas presentaciones. Los materiales se revisan cada semestre para incorporar la jurisprudencia y leyes recientes.[3]
Todos mis cursos pasaron por un proceso de revisión de especialistas en educación de la Universidad para ser certificados como cursos en línea. Dichos expertos evaluaron el cumplimiento de las normas de calidad para la enseñanza en línea y en ese proceso entendí la importancia de las reglas de accesibilidad para personas con impedimentos y de servirse de la tecnología para crear una experiencia más individual y directa con los estudiantes. Además, al final del semestre los estudiantes evalúan anónimamente el curso y sus recomendaciones son incorporadas para el siguiente semestre.
De este modo la tecnología me ha permitido practicar la educación humanista más consciente de las necesidades particulares de los estudiantes y sus procesos de aprendizaje. Los resultados han sido que luego de adoptar este modelo aumentaron en un 300% las citas individuales; aumentó en 80% la participación en el curso; mejoró el desempeño en un 25% en las pruebas finales; se redujo el porcentaje de bajas y pude atender los problemas de aprendizaje de una forma más efectiva y a tiempo.
[1] Catedrática de la Escuela de Derecho de la Universidad de Puerto Rico. Juris Doctor de la Universidad de Puerto Rico, Maestría en Derecho Privado de la Universidad Carlos III de Madrid, Doctorado en Derecho Privado de la Universidad Complutense de Madrid y estudios postdoctorales sobre Derecho Registral Inmobiliario CADRI, Universidad Autónoma de Madrid. Certificación Profesional de Educador en Línea y Creación de Cursos Virtuales para docentes de la UPR-RP de la DECEP y Certificado en Construcción de Ambientes Virtuales de Aprendizaje del Centro de Excelencia Académica del Recinto de Río Piedras, UPR.
[2] Francisco Espinoza Silva, Métodos y estrategias para la enseñanza-aprendizaje del derecho 43 (Daena: International Journal of Good Conscience, 4(1): 31-74, marzo 2009). ISSN 1870-557X. Disponible en línea:
http://www.spentamexico.org/v4-n1/4(1)%2031-74.pdf. Última visita 29 de mayo de 2022.
[3] Una breve descripción de la metodología se puede acceder en el siguiente enlace: https://youtu.be/XNokG1idE5I.